
Un día me pensé
Y termine creándome…
Y creyéndome lo que creé.
Me creí mi propia creación.
Pero sólo era un arca repleta
De viejos trajes polvorientos
Almacenados en mí caminar
Por el tiempo y la vida,
Sólo era un loro de viejo plumaje
Que repetía incesantemente
Viejas y absurdas frases.
Padecí el síndrome de Diógenes
Y me llené de mil conceptos,
Y no deseche ninguno,
Y todo se amontono,
Formo desorden, caos,
Locura por lo que creía mió.
Hasta el día que vencido por la vida
Vacié el arca y me di cuenta
De que yo no era nada De lo que allí había.
Juan Andréu